Café con Sensei

10 años Unidad Curitiba – 2

Konnichiwa Soy Rocha, profesor universitario y entreno en la unidad de Ponta Grossa. Me gustaría dejar un breve relato acerca de la maravillosa visita de Sensei a la Unidad de Curitiba.

Durante la visita de Sensei en conmemoración a los 10 años de la Unidad de Curitiba y 3 años de la unidad de Ponta Grossa, aunque entrenando hace poco más de cuatro meses, tuve la oportunidad de estar con Sensei por la segunda vez. Entrenar con Sensei es una experiencia indescriptible. Ver a Sensei luchando y testimoniar la variedad de golpes que “surgen” de los diversos kamaes, siempre con movimientos económicos y precisos, es sentir la esencia de la estrategia que Musashi Sensei enfatiza en el Go Rin No Sho.








Pero a mí, la mayor lección vino durante el momento de oro, deferente, realizado durante la cena regada a buen vino, masa y quesos.
Durante eses agradables momentos, en medio de todos los enseñamientos, pude sentir de Sensei su preocupación con valores familiares, cada vez más fragmentados en eses tiempos modernos. Siempre me consideré buen padre, busco siempre usar el poco tiempo que tengo en casa para convivir con mis hijos pero, durante los enseñamientos de los Sensei, fui llevado a cuestionarme acerca de cómo estoy usando ese tiempo.
Me di cuenta que no basta pasar un tiempo con mis hijos, pero usar eses momentos con calidad. Cuando Sensei cuestionó la postura de algunos padres en usaren el Kuden para distraer sus hijos, a pesar que yo no lo hago, he percibido que puedo mejorar la calidad de los momentos en que convivo con mis hijos, usar eses momentos a la manera de Niten, con afinco, pasión y determinación.
Cuándo estuve en Curitiba entrenando con Sensei, fui en busca de perfeccionamiento técnico, y así y todo he percibido que el gran legado de Niten está fuera de los límites de los dojo. Me di cuenta que la gran misión de Sensei está en preparar sus alumnos a la vida.

El Niten nos enseña a “aprender a vivir”.
Rocha Unidad Ponta Grossa