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Café con Sensei

Pensamientos y comentarios del Sensei Jorge Kishikawa

10-may-2013

Shin Hagakure 3ª edición 1 – Japón


Tradução Café con Sensei do dia 08 de Mayo de 2013- Andrés: São Paulo

En este exacto momento que hago la revisión de la Tercera edición del Shin Hagakure, estoy a bordo de una compañía aérea en los cielos europeos en camino a uno más de mis entrenamientos en Japón.
Siento, veo y constato: Japón gana 10 a cero en el asunto de la prestación de servicios en comparación con cualquier compañía aérea occidental: además de ser bien atendido, todo funciona, si comparamos con nuestro continente.
La formalidad, el cumplimiento, el respeto, la disciplina, la compasión y todo lo que es necesario para dar un mejor servicio está incorporado en cada una de los sobrecargos.
La silla, la comida y hasta la atención “VIP” dada por las azafatas que se igualan o hasta superan las de la clase ejecutiva de una compañía aérea occidental, refuerzan lo que siempre he dicho: Japón aun es el mejor en lo que hace.
Pero no es a este punto a donde quiero llegar…
Lo que esta nueva generación de japoneses no sabe, es que ellos son lo que son gracias a que existió una cultura y generaciones de hombres, sus ancestros, que supieron cómo hacer el educar y entrenar con eficacia y perfección. Estos ancestros estuvieron en el seno de la sociedad durante mil años influenciando la metodología de pensar, sentir y ejecutar: eran los Samuráis.
¿Y por qué los jóvenes de hoy no saben de dónde vino toda esta habilidad? Porque olvidaron. Dejaron esta cultura en la búsqueda de las novedades de occidente. A cambio de protección militar, dejaron de lado lo que es tan importante como la defensa de su país, la propia identidad. La cultura. De ninguna manera, no podemos culparlos.
Pues bien, imagine que en mi infancia, mis compañeros descendientes se negaban a aprender japonés y creían que el entrenamiento con espadas era un tema de “ditchan e batchan” (el abuelo y la abuela). O sea, de mal gusto.
Los tiempos pasan y yo continué remando contra la marea y pásmense, a ritmo acelerado.

(Continúa)

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