Café con Sensei

16 horas para sobrevivir

Con la derrota de Japón (1945), los japoneses que allí residían no tuvieron otra alternativa a no ser evacuar Taiwán. Sin poder llevarse nada, a no ser la ropa que tenían puesta, Aoki soke y el joven Kiyonaga huyeron para Japón, cada uno para su tierra natal. Aoki soke para Kumamoto y Kiyonaga para Oita.

Fueron tiempos en que la práctica de la Espada era considerada subversiva por los americanos y aquel que fuese visto practicando era inmediatamente detenido.
Pero el ansia de mejorar (Café de 09-abr-2015  - Ansias de mejorar) era tan grande que, mismo en la pos guerra, en una época en que ni el pan para el día era seguro, el joven Kiyonaga Tadanao continuó su entrenamiento, el entrenaba escondido.

En aquella época, solamente los determinados sobrevivían al Camino de la Espada.
En una época en que el estómago vacío y el desempleo dictaban sus reglas,
muchos abandonaban el Camino, derrotados por las circunstancias de la propia época, dejaban de practicar y sucumbirían en el Camino.

Pero hubo otros, que dejarían hasta mismo de comer, para juntar los pocas monedas que sobraban del mes, a fin de adquirir sus espadas. Estos fueron os supervivientes del Camino de la Espada, en aquella época y Kiyonaga fue uno de ellos.

En el año 26 de la era Showa (1951), 6 años de la rendición de Japón, Kiyonaga Tadanao era profesor del colegio de la ciudad de Usa (Oita), su tierra natal.
Fue en este año (todavía época de vacas flacas) que tomó la decisión de retomar su entrenamiento con el maestro. Invitó a un colega de trabajo, Gosho Motoharu, también profesor en la misma escuela, para ir a entrenar en Kumamoto, con Aoki soke.
Entrenaban como discípulos directos, viajando todos los fines de semana para Kumamoto. Rercorrían semanalmente un trayecto de 8 horas en tren, solo de ida. O sea, 16 horas de viaje todo el fin de semana y esto perduró años...

En Niten, tengo alumnos parecidos. Aquí, en vez de tren, ellos vienen en ómnibus. Toman el ómnibus viernes por la noche, madrugan y llegan el sábado por la mañana.
Estos, sin duda, sobrevivirán al mismo Camino que Kiyonaga Sensei, Gosho Sensei y yo recorremos hasta hoy.




Y esto duro años...