Café con Sensei

Lío en la tienda

Estaba yo haciendo compras en una tienda de conveniencia, medio cansado. Acabado. Destrozado. Aquellos momentos que las piernas no aguantan más. Sudado. Saqué una vianda y me di vuelta al cajero. Y cuando estoy sacando las monedas… - ¡Plaft!!! ¡Una palmada en mi brazo! Cuando me doy vuelta hay un tipo de unos 30 años, colérico vociferándome: - ¡Hombre, yo estaba adelante!!! De verdad que no me di cuenta, pues cuando me di vuelta él estaba sacando un cigarro al lado. Daría 40% de certeza que era un yakuza. Tenía dos opciones: decir que la culpa no era mía, sino que suya, porque cuando me di vuelta no estaba allá; o pedirle disculpas. Lo encaré calmamente y luego de una inspiración opté por la última. Le hice un gesto con la mano para que se pusiera adelante y no lo aceptó, dejándome pasar a mí adelante. Cuando corremos atrás de grandes objetivos, no podemos perder tiempo con perros que se llevan ladrando. Por fin, fíjate ¡me pidió disculpas!