Café con Sensei

Frotarse con una esponja

Este fin de semana, además de entrenar, vamos a aprender algo nuevo en las sierras (*), frotarse con una esponja.
Durante mi infancia, mantenía este ritual todas los mañanas después de correr.
No. No era cosa fácil, especialmente en invierno.
Sin embargo, los beneficios a lo largo del tiempo son imponderables (CS-13/06/2007 ####Kuden).
Les aconsejo a todos los que vayan, llevar una esponja y muchos pañuelos. Va a ser imposible no llorar  (no por causa de la esponja, por supuesto).

“ Como se frota la esponja
Tiene que tomar una esponja gruesa. Hay que frotar la piel hasta quedar colorada, bien de color rojo.
Se debe comenzar por la cara.  Al principio duele mucho, pero con el tiempo uno se acostumbra. En el cuello es fácil. Frote primero los miembros superiores. No se olvide de la palma de la mano. En el pecho, se tiene que frotar el pezón también.
Luego viene lo más difícil: el abdomen, esta es la parte que más tarda en quedar enrojecida por más que se frote. Duele mucho cuándo uno no esta acostumbrado.
Después vienen los muslos, piernas y empeine. Para la espalda le puede pedir a alguien que frote con la esponja, pero hay que cerrar la boca, para no morderse la lengua.
Todo esto tiene que que estar terminado en cuestión de 2 o 3 minutos. Listo! El samurai tiene que tener el cuerpo preparado para el combate.
A los siete años, me sentía seguro, incluso hasta para dejar que me den una bofetada. De vez en cuando probaba mi capacidad dejándome golpear. Mi nariz estaba sangrando y yo seguía sonriendo..."   Shinhagakure Pag. 81